Desde
tiempo inmemorial a la franja de terreno, que va desde Montjuïc hasta el
Llobregat y desde el puerto hasta la Gran Vía, se la conocía como La
Marina. Espacio agrícola donde un centenar de masías cuidaban con esmero
sus tierras, tierras de aluvión que el padre Rubricatus fue depositando en sus
márgenes poco a poco a través de los siglos, y que se regaban con
generosidad a través de una extensa red de riachuelos, nutridos por pluviales
y por el Canal de la Infanta.
Esta
situación hacía que estos campos dieran hasta tres cosechas anuales.
Estos productos agrícolas los llevaban los payeses cada tarde
en carro o tractor al Borne (el Mercabarna de entonces), desde donde se distribuían
por toda la ciudad Condal. Podríamos decir que La Marina era la despensa
de Barcelona.
Aquella
estampa diaria agrícola y rural, empezó a desaparecer hacia 1960, para
convertirse en pocos años en dos polígonos industriales de primer orden,
el de la Zona Franca (Barcelona) y el de Pedrosa, en l'Hospitalet.
En
esta página Web podemos ver una pequeña muestra de aquella Marina, que
se transformó en pro del progreso y del bienestar.
Aunque el cambio ha
sido radical, a la gente que crecimos con aquella imagen de zona
agrícola y rural, nos ha quedado una huella imborrable.
Julio Baños i Soria
Historiador y escritor entre otros de "Imágenes retrospectivas de La
Marina", y actualmente colaborador en el Centre de Documentació Històrica
de Montjuïc-La Marina.
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