Notificación de Fallecimiento No. 10 (A
todas las Administraciones de Unidades):
La
Provincia de Zaragoza recomienda a nuestras oraciones fraternas a
nuestro querido hermano MANUEL MARÍA ICETA OLAIZOLA, sacerdote de la comunidad Marianista
del Colegio Ntra. Sra. del Pilar, (Valencia) que falleció al servicio
de la Santísima Virgen el 19 de mayo de 2010, en Valencia, a los 75 años
de edad y 57 de profesión religiosa.
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Roma,
19 maggio 2010
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Hoy
he recibido la triste noticia de su fallecimiento, aquí le dedico
una pequeña historia ..
¡Descanse en paz!
Si ha existido un cura que me ha hecho creer en todo lo
divino y lo humano ese ha sido el Padre Manolo.
Apareció por el barrio de la SEAT, este capellán
marianista cuando yo contaba unos trece años, si mal no recuerdo. Este
hombretón norteño, de amplia sonrisa y de una candidez extrema nos
encandiló a todos los preadolescentes que en esa época estábamos
imbuidos en el espíritu de los scouts.
En realidad, creo para ser sincera, que nosotros no teníamos
ni idea ni quien era Baden Powell, ni lo que significaba todo ese
movimiento. Para nosotros era otro tipo de actividad mas que nos permitía
salir de excursión cada semana, vestirnos de uniforme marrón con
camisa blanca, lucir un foulard y llevar un tótem con la cabeza de un
animalito, que creo recordar era un ciervo.
Fue entonces cuando nos renombramos dainas, aprendimos de
memoria canciones en catalán, recorrimos casi todos los pueblos
circundantes a Barcelona, hicimos la promesa, salimos cada verano de
campamento, y nos reunimos alrededor del fuego.
Recuerdo muchos lugares que recorrimos, pero sobre todo el
espíritu de cordialidad y camaradería de aquella época. Es, en ese
momento cuando surge potente la imagen del Padre Manolo haciendo una
misa en mitad del monte, con el altar hecho con piedras y todos
alrededor de él.
Reconozco que tuve, tanto yo como mi familia una estupendísima
relación que perduró en los años. El cura Manolo fue el que me casó,
hizo los bautizos de mis hijas, y después la comuniones. Fue en la
comunión de mi hija Marta la ultima vez que le vi. Se mantenía como
siempre y no dejaba de recordar lo que se vivió en el barrio por esa época.
Conocí también a dos de sus hermanos, que me acompañaron
en un viaje a Olot...
El cura Manolo, fue un personaje entrañable que siempre
nos acogió con una sonrisa y una palabra amable, y creo sinceramente
que es el culpable que yo siga hoy con mis creencias. Sin darnos cuenta
los valores humanos que nos inculcase en aquella época han germinado
dentro de mí, e imagino en el alma de muchos jóvenes del barrio.
Consiguió que cada sábado la Iglesia de la SEAT se
llenara de jóvenes, tocando guitarras.
Curiosamente cumplí con todos los requisitos del
movimiento scout fui daina, después noia guía, y me enamoré del
campo, respetando el ambiente del bosque y aprendiendo a escuchar los
sonidos del mismo, lavando los platos en el río con tierra y montando
las tiendas.
En aquellas excursiones nos involucramos todos, incluida mi
madre Teresa, que era la que nos preparaba la comida. Los desayunos con
pan recién hecho con mantequilla, y aquellos macarrones que nos hacían
las delicias de todas...
Recuerdo que por las tardes mi madre, se sentaba al lado de
las tiendas que componían el campamento de verano, y eran muchas las niñas
entonces que la peinaban... desgraciadamente, también mi madre ya nos
ha dejado .
Siempre te recordaremos Padre Manolo, con tu amplia
sonrisa, para nosotros fuiste una pieza clave en nuestras creencias, y
tu sabes que te recordaremos siempre con enorme cariño.
Angels Vinuesa
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