Recuerdos de una época

   

HISTORIA DE LA PARROQUIA 

     

 

 Los Marianistas se instalaron en Barcelona en 1956, con un proyecto al cual se entregaron plenamente.

 Al año siguiente llegó el Padre Blas Fernández, que fue sustituido en 1960 por el Padre Celestino Moraza, que venía de San Sebastián.

 En esas fechas en el barrio de las viviendas Seat, vivían unas 800 familias y aunque jurídicamente dependían de la Parroquia de Nuestra Señora de Port, la distancia y las razones sociológicas aconsejaron que los actos de culto se realizaran en las capillas de los colegios.

En el mes de diciembre de 1960 el Obispo Auxiliar, Don Narciso Jubany, había trazado los límites de la futura parroquia. Del 19 de febrero al 5 de marzo de 1961, se celebró en el local social una Misión General organizada por el entonces Arzobispo de Barcelona Don Gregorio Modrego. Aquella Misión fue el punto de partida de la parroquia de San Cristóbal y en marzo de 1961 el Arzobispo firmaba el decreto de su creación y su cesión a los Religiosos Marianistas. Como párroco se nombró el día 15 de diciembre de 1961, al Padre Celestino Moraza y como Vicario al Padre José Asenjo. Era la primera parroquia gestionada por Marianistas.

 

 

PRIMERA ETAPA (1962-1977)  

 

El 1 de enero de 1962 comenzó a funcionar oficialmente la parroquia de San Cristóbal. Los actos de culto se profesaban en las dos capillas escolares. Otros actos como Primeras comuniones, la Misa del Gallo y la Bendición de Ramos se celebraban en el local social o incluso en los patios de los colegios.

El Padre Provincial Don Constantino Fernández, que había propuesto al Padre Celestino como párroco, vino expresamente para su inauguración, y cantó Misa de Angelis. También se bautizaron en dicho día los dos primeros niños que fueron: Jorge Celestino Luz Ramos y ***** ( borrado a petición del interesado).

Los nuevos responsables de la parroquia se trazaron cuatro objetivos prioritarios que fueron:

·     Construcción del nuevo centro parroquial.

·     Organización de la vida litúrgica y pastoral.

·     Solución de problemas sociales de la parroquia.

·     Programación de la gestión económica, para ejecutar los proyectos.

    

1º - Construcción del nuevo centro parroquial.

   

El Ministerio de la Vivienda no acababa de aprobar el expediente que se le presentó para la realización de las obras y no se pudieron comenzar hasta marzo de 1966. El 11 de diciembre se inauguraba la nueva iglesia, con la asistencia del Sr. Arzobispo y otras autoridades religiosas y civiles.

La financiación corrió a cargo de Seat en un 60% y el otro 40% por la parroquia.

  

      

Primer proyecto que no se pudo realizar          Nueva iglesia inaugurada 11-12-1966

  

2º - Organización de la vida litúrgica y pastoral.

 

       Vida litúrgica

  

En las capillas de los dos colegios se celebraban las misas e incluso se rezaba el Rosario diariamente.

En 1962 se tuvo el primer retiro para matrimonios y en cuaresma se hicieron tandas de Ejercicios espirituales para aprendices y jóvenes.

Este mismo año hicieron la Primera Comunión 110 niños y la Semana Santa se celebraba con mucha devoción.

En la fiesta del Corpus, el Santísimo recorría las calles del barrio, deteniéndose en algunos altares instalados en el trayecto.

En la fiesta de San Cristóbal se bendecían los coches.

En 1965 se inició la campaña del “Rosario en familia”, preconizada por el Padre Peyton, en su visita a Barcelona. Se acudió con 8 autobuses  a la plaza Calvo Sotelo para su clausura, con un gran éxito.

Durante muchos años “ la Sagrada Familia” circuló por unos 300 hogares cristianos de la barriada.

En marzo de 1967, se tuvo una misión Parroquial durante 8 días que dirigieron los Padres Pasionistas, hubo una gran asistencia y sirvió para revitalizar la vida cristiana de los fieles.

Durante varios años el 2 de febrero, presentación de Jesús en el Templo, se celebraba una “Misa Simpática” donde las madres acudían con los pequeños nacidos el año anterior.

Con el Órgano en la iglesia recién estrenada se consiguió un realce en las ceremonias religiosas.

  

           Vida Pastoral – Sacramentos y catequesis.

  

Se preparaba a los padres para el bautismo de los hijos.

También por medio de seglares y del sacerdote se preparaba a las parejas para el matrimonio mediante charlas.

Tanto los educadores como los catequistas, formaban a los niños para su Primera Comunión, durante años funcionó la “Cruzada Eucarística”.

La Confirmación se administraba masivamente después de la Primera Comunión, pero a partir de 1973 solo se administraba a grupos reducidos, no sin antes tener una esmerada catequesis.

Al principio los enfermos morían con la administración de los últimos Sacramentos, pero luego esta costumbre se fue perdiendo por parte de los familiares.

Se formaron varios grupos de jóvenes y adolescentes en el Movimiento Scout, donde se trabajó mucho y bien, bajo la dirección de religiosos Marianistas y jóvenes del barrio.

Durante años se formaron equipos del Movimiento Familiar Cristiano, se enviaron a hombres y mujeres a Cursillos de Cristiandad, la Acción Católica de Mujeres celebró tres cursillos, la adoración nocturna funcionó con 25 hombres, se organizaron Cursillos bíblicos y se crearon Comunidades Catacumentales.

En 1974 funcionaban 13 grupos apostólicos en la parroquia.

   

3º - Solución de los problemas sociales de la parroquia.  

   

Se crearon en torno a Cáritas Parroquial una serie de actividades como fueron:

 

Supresión de las barracas. – 80 familias vivían míseramente en barracas, después de diferentes ayudas se les consiguió un piso.

  

Formación cultural. – Se organizaron conferencias y cursillos sobre cocina, corte y confección, decoración, socorrismo, etc.

  

Donación de sangre. – Se desplazaban dos veces al año al Hospital Clínico unas 100 personas.

  

Ayuda a los parados. – Se atendió a algunas familias afectadas por un conflicto laboral en la empresa Seat.

  

Escuela Especial Ntra. Sra. de Montserrat. – Un estudio sociológico arrojó el dato de que en nuestro distrito existían unas 300 personas deficientes psíquicos o sensoriales, por lo que se pensó en construir una Escuela Especial para ellos.

La Fundación Montserrat Montero aportó providencialmente 20 millones de pesetas, que se utilizaron para la construcción. Se aprobaron los estatutos y se creó el Patronato. En el mes de septiembre de 1976 comenzó  el curso con 30 alumnos de entre 4 y 18 años.

  

Homenaje a la vejez.- Se formó el Patronato de la Vejez. La labor con ellos, se reducía a un homenaje anual. Revestía su encanto pero era poco eficiente con la solución de sus problemas.

 

4º - Programación de la economía parroquial.

  

El Obispado carecía de recursos y Seat cedió a la parroquia los locales para los dos colegios, un solar de 2700 m2 para el complejo parroquial, los bajos del Servicio Médico y finalmente construyó la iglesia. Por lo tanto era necesario buscar otras fuentes de financiación. Estas se generaron con “la campaña del sobre”, donde mas de 800 familias ayudaron a sufragar los gastos de la iglesia y ayudaron a los barraquistas a adquirir un piso. Posteriormente esta recaudación se destinó durante algunos años a la construcción y sostenimiento de la Escuela Especial.  

   

        Final de una etapa  

 

 Durante esta primera etapa la parroquia contó con la colaboración de los Vicarios: Padre José Asenjo, Padre Mateo Rodríguez, Padre Eladio Ochoa, Padre Antonio Teixidor y Padre Pedro Urquiaga. Los Padres Manuel Iceta y Manuel Cortés, colaboraron eficazmente como Capellanes desde el colegio El Pilar, y Don Florencio Fernández fue Secretario parroquial durante 15 años.

Se constituyó un Consejo parroquial que durante años planificó y buscó soluciones a los problemas de la parroquia.

Seat deseaba desprenderse de los colegios y al acabarse el curso 1977, los religiosos y religiosas dejaron la dirección de los colegios, que pasaron a depender durante un breve tiempo de Formación Profesional y después del Ayuntamiento.

 

 

SEGUNDA ETAPA (1977-1985)

 

  

En octubre de 1977 fue nombrado párroco de San Cristóbal, el Padre Ignacio Sistiaga, de San Sebastián. Había cursado sus estudios sacerdotales en la Universidad de Friburgo (Suiza) y anteriormente dirigía el Colegio Marianista de Valencia.

 El Padre Celestino no se alejó de la parroquia y siguió al frente de la Escuela Especial.

En el año 1977 y con la retirada docente de los Marianistas quedaron 7 miembros. Un anciano, Don Florencio Fernández, 3 sacerdotes: el Padre Ignacio, el Padre Pedro y el Padre Celestino y 3 jóvenes Don Ignacio Pozo, Don Blas Martínez y Don José Vicente López. Algunas Asuncionistas, se instalaron en un piso de la Zona Franca, una religiosa era profesora en la Escuela Especial y las otras colaboraban en la parroquia como catequistas.

El Padre Ignacio dirigió sus esfuerzos en cuatro campos.

·  La catequesis.

·  Promoción cultural de adultas.

·  Excursionismo.

·  Otras actividades complementarias.

   

1º - Catequesis. 

    

Las catequesis de Primera Comunión y Postcomunión, funcionaban desde antiguo, pero el Padre Ignacio las organizó en grupos mas pequeños y con mas comunicación con los padres.

Creó “ la Misa de los niños”, la cual variaba con frecuencia para evitar el aburrimiento de los pequeños.

Se formaron dos grupos de catequesis para adultos, dirigidos por el Padre Pedro y el Padre Celestino.

   

2º - Promoción cultural de adultas.

   

En noviembre de 1977 se lanzó este proyecto de formación, para adquirir o ampliar los conocimientos de las señoras, que durante su infancia no habían tenido la oportunidad de adquirirlos.

Las clases eran impartidas por el Padre Pedro y por María del Carmen.

Alrededor de 130 mujeres disfrutaban de las clases.

   

3º - Excursionismo.  

   

El Padre Ignacio se dedicaba a las excursiones de la Escuela Especial, y dejaba en manos del Padre Pedro y Don Mauro el resto de las excursiones.

En otoño se organizaba la Peregrinación a Lourdes. En primavera se hacía otra excursión de 8 a 10 días, para ir visitando toda España.

En Navidad se iba a Corbera para presenciar su “Pesebre Viviente” y en Cuaresma se iba a Cervera para contemplar la Pasión.

   

4º - Otras actividades complementarias.  

   

Se trabajó mucho y bien en el campo de la asistencia social, donde el mismo párroco atendía generosamente a los necesitados y en algunos casos con extraordinaria abnegación.

Se donaba sangre en el Hospital Clínico dos veces al año.

Se daban retiros anuales a los marianistas de Barcelona y Figueras.

También eran importantes las charlas sobre iniciación sexual que se daban en bastantes colegios de los alrededores. 

El Padre Ignacio fue destinado en 1985 a Logroño, como superior del Colegio Marianista de aquélla población. El día 8 de septiembre se despidió de sus feligreses, en la celebración de la Misa de 11.

  

  

TERCERA ETAPA (1985-1993)  

 

 

  El Padre Juan Cruz Perea era el nuevo párroco, alavés de 38 años, procedía de Valencia donde estaba destinado,.

Sus dos primeras medidas fueron implantar el Rosario diario y la oración de los jueves.

Sus esfuerzos se dedicaron a cuatro campos:

·  Organización de las catequesis de Primera Comunión y de Confirmación.

·  Consolidación y embellecimiento de la iglesia.

·  Compra de una vivienda para la Comunidad.

·  La implantación de dos “fraternidades Marianistas”.

   

1º - Catequesis  

   

De Primera Comunión. – Se introduce una gran novedad que provoca reacciones adversas en los fieles. Para que la preparación sea satisfactoria la catequesis pasa a ser de dos años, porque la preparación se consideraba deficiente, por la tierna edad de los niños.

La misa de los niños desapareció, y se integró en la de las 13h.

  

De Confirmación. – Se generaron cuatro grupos perfectamente organizados. Uno de Postcomunión y tres de preparación a la Confirmación.

Realizaban muchas actividades juntos, convivencias, retiros, salidas, que provocaban un ambiente de felicidad y amistad.

   

 2º - Obras de consolidación y embellecimiento de la iglesia.

   

La iglesia necesitaba algunas mejoras que se emprendieron rápidamente, estas fueron:

Asegurar los cimientos.

Bajar el techo, con la mejora del frío y el calor.

Colocar tableros de madera en las paredes con luz indirecta.

Mejorar la instalación eléctrica y pintar.

Reparar la pared agrietada.

Renovar los antiguos confesionarios

Detalles varios.

Una de los cambios inesperados que se ocasionaron con estas obras fue la mejora de la sonoridad.

Las obras subieron a 7,5 millones que se sufragó con la ayuda del Arzobispado y de los feligreses.

   

3º - Compra de una vivienda para la Comunidad.

   

La casa Rectoral era pequeña para albergar a todos los miembros de la Comunidad, por lo que se iniciaron las gestiones para la compra de un piso. Este tenía cinco habitaciones y dos servicios. Una de las habitaciones se convirtió en capilla.

 

4º - Implantación de las fraternidades Marianistas.  

  

Una estaba constituida por jóvenes. La otra en fase de preparación estaba compuesta por nueve matrimonios.

Su cometido era formar a personas de toda edad, sexo o condición, para dar una respuesta a la llamada de Jesús a seguirle.

Durante este periodo  se dio un impulso a las actividades culturales de adultas, se mantuvo la donación de sangre y el movimiento excursionista siguió su ritmo.

     

    

CUARTA ETAPA (1993-2003)

    

El Padre Germán Cremades fue el nuevo Rector de la Parroquia.

Desde el punto de vista Pastoral, se encontró con una Parroquia muy bien organizada y con una tradición que hacía el trabajo muy agradable. Mucha gente participaba en los distintos sectores de la vida parroquial.

Sus esfuerzos se centraron en varios puntos.

 

1º - Catequesis.

 

 Había un grupo de catequistas de primera comunión con muchos años de experiencia y mucha dedicación a su trabajo. Desde hacía pocos años se estaba formando un grupo de catequistas de adolescentes y jóvenes a cuya formación hubo que dedicar esfuerzo (se hizo un cursillo para ello en la parroquia durante el curso 1994-95)

Surtido, fundamentalmente por miembros de las Fraternidades Marianistas, garantizaba el que los grupos fuesen funcionando bien. Además para dar vida y fomentar el conocimiento de los distintos grupos se fueron organizando unas colonias de verano, que cada año se hacían en un lugar distinto para ir conociendo Cataluña (Ripoll, La Conrería, Garrotxa, Tortosa, Avinyonet, Osona, Vilaller, La Guàrdia Lada, Salinas de Jaca). Luego, se añadieron otras salidas de fin de semana, a mitad de curso. En todas ellas colaboraban personas adultas como monitores y cocineras que se iban compenetrando muy bien entre sí, lo cual fue dando lugar a un grupo muy bien compactado.

 

 2º -  La Liturgia.

 

Se organizaron grupos de música y de animación que amenizaban algunas de las misas. En otras, las personas encargadas de la organización eran quienes lo estaban haciendo desde hacía mucho tiempo. 

 

3º - Cáritas, actividades y cursillos.

 

En cuanto al grupo de Cáritas su funcionamiento fue el de siempre. Durante unos años se dieron clases de castellano a magrebíes, que empezaban a llegar a Barcelona en el primer tercio de los 90. Había un grupo de acogida y otro que distribuía alimentos una o dos veces al mes. Se intentó crear un grupo de ayuda a familiares de drogodependientes, pero no funcionó la cosa. 

El Centro de Promoción San Cristóbal cambió un poco de orientación y en lugar de estar tan dedicado a la formación para ayudar a la gente a alfabetizarse y sacar el título de graduado escolar, se orientó al empleo del tiempo libre. Se potenciaron actividades como la decoración, el yoga, la gimnasia para la 3ª edad o el Tai-chi. 

También se intensificó la relación con el Arxiprestat de Sants-Montjuïc primero y, luego, con el de Sants-La Marina. Se participó en la organización y en la asistencia de unos cuantos feligreses a varios cursos de laicos con el fin de prepararse para adquirir responsabilidades en la vida parroquial. Nuestra Parroquia era la más participativa en los mismos. Bastantes de los asistentes a estos cursos han ocupado, luego, puestos de responsabilidad en la parroquia.

Igualmente, la preparación al matrimonio se hizo conjuntamente con la Parroquia vecina de Mare de Déu de Port.

También se hizo un esfuerzo para potenciar la presencia del Catalán en las celebraciones y, aunque poco, se dieron algunos pasos en esa dirección.

 

4º - Acercamiento a la A.VV. de Sant Cristòfol

 

Se buscó un acercamiento con la Asociación de Vecinos del Barrio, fruto del cual surgieron actividades conjuntas como la Bendición de coches el día de San Cristóbal, que se recuperó, después de algunos años sin hacerse, la participación en los regalos de Reyes y el apoyo de la Asociación en la construcción del Nuevo Templo parroquial.

 

5º - Pago de los locales parroquiales y construcción del nuevo templo.

 

Como algo más especial habría que destacar durante esa década los esfuerzos que se hicieron para acabar de pagar los locales parroquiales y llevar adelante y acabar la construcción del nuevo templo. Para el Padre Germán fue una labor dura, pero bonita por la cantidad de gente que se implicó en ella. Bastantes personas participaron en los trabajos de relación con las instituciones (Arzobispado, Ayuntamiento de Barcelona, Patronato Municipal de la Vivienda) y algunas dedicaron mucho tiempo y buen hacer a las mismas. Nunca se vio solo. 

El pago de los locales parroquiales, previsto que se acabase en el 2002, se acabó en el año 1997. Ayudaron mucho las colectas mensuales, las suscripciones bancarias de bastantes personas que se mantuvieron fieles a su aportación desde muchos años antes, la lotería navideña y las rifas que organizaban personas de la parroquia. También hubo algunas donaciones anónimas que de modo puntual ayudaron mucho.  Lo primero que se canceló fue la deuda con el constructor, después el préstamo bancario y, por último, otro préstamo, que una persona bienhechora había hecho mientras fuera necesario. Cada una de estas cancelaciones suponía una gran alegría y un estímulo para abordar el que habría de ser el gran reto de la década: la construcción del Nuevo Templo. 

Para ello, lo primero que hubo que abordar fue la negociación con el Patronato de la Vivienda, a quien la Seat había pasado la propiedad de los terrenos de la Plaza de San Cristóbal que había de ser remodelada. Esta negociación fue muy dura. No se reconocían los derechos que se pensaban tener. De acuerdo con el Arzobispado se contrató los servicios de un buen abogado urbanista, que decidió interponer un recurso contenciosos administrativo contra el Ayuntamiento. Esto facilitó las cosas y tras unos años de tira y afloja, éste se comprometió a ceder los terrenos del actual templo y a correr con los gastos de la cimentación, estructura y recubrimiento externo del local, al que nunca quiso dar la calificación de iglesia. Se encargó el proyecto del acondicionamiento interno al arquitecto que el arzobispado tenía en aquélla época y se pidieron las licencias para iniciar la obra. Todo eso se hizo desde 1997 hasta 1999. Hubo un año, el 2000, de muchas dificultades y, por fin, en Diciembre de 2000 se puso la primera piedra, coincidiendo con el inicio de la construcción del bloque al que el templo está adosado. En noviembre de 2001 se firmó el contrato con la empresa constructora. Mientras tanto, se habló con el Arzobispado y la Compañía de María para concretar la financiación de las obras. El arzobispado correría con el 48% de los gastos presupuestados y la Compañía de María y la parroquia, a partes iguales, con el resto. Por fin, en diciembre de 2001 se iniciaban las obras de acondicionamiento interior del Templo. Todo se desarrolló con normalidad y éstas se acabaron a mitad de Abril de 2002. Tras una semana de limpieza, hecha con gran alegría por un buen equipo de voluntarios, el Cardenal de Barcelona consagró el templo el día 27 de Abril, festividad de Nuestra Señora de Montserrat. Para el padre Germán, ese fue un día muy emocionante. Se veía acabada una obra no muy difícil de hacer, una vez acabada, pero muy dura en cuanto a su preparación, financiación y desarrollo. Además, para esa fecha estaba completamente pagada. 

Sin embargo, esta obra aún había de tener un capítulo más, porque el día 3 de Noviembre de ese mismo año, como consecuencia del elevado número de  velas que se encendieron el día de los difuntos, hubo un incendio que inutilizó el templo e hizo necesaria una complicada reparación del mismo. Afortunadamente, en dos meses pudo hacerse y la Misa del gallo  se pudo celebrar en la iglesia recién restaurada. Los seguros corrieron con la casi totalidad de los gastos de la reparación. Sólo hubo que afrontar el pago de una nueva imagen de  San Cristóbal. Para ello, se hizo una rifa más y a finales de Agosto de 2003 se pudo bendecir y ponerse en su lugar. La hizo el mismo escultor que había realizado la anterior 36 años antes.

  

 

QUINTA ETAPA (2003 - ????)

 

Con el tiempo el nuevo párroco, el Padre Manuel Cortés, también escribirá la historia, que esperamos sea larga y productiva. 

Desde aquí le deseamos lo mejor para la nueva etapa que acaba de empezar.